Qué necesitas:
- 6 alcachofas medianas,
- media cebolla pequeña,
- dos dientes de ajo,
- dos cucharadas de aceite de oliva,
- Un vasito de vino blanco,
- un vasito de agua,
- una cucharada de tomate triturado (si no, un poco de tomate frito),
- sal y limón.
- Quita las hojas y los troncos a las alcachofas,´
- Córtalas en cuatro trozos, y reserva en una fuente honda con agua y el zumo de un limón. Esto es para que no se pongan negras,
- En una olla rápida, echa el aceite, la cebolla y los ajos picados, y dora unos segundos,
- Echa el tomate y deja hacer dos minutos más,
- Riega con el vino y el agua. Tapa la olla, y cuando la pesa comience a dar vueltas, deja 15 minutos,
- Saca, prueba de sal, y a comerlas.
Ese poquito tomate que le echamos, le aporta un color muy agradable, pero sin darle mucho sabor a tomate, con lo cual no tapa el sabor típico de las alcachofas.